¿Te haz enfrentado alguna vez con una roca lo suficiente grande y resbalosa que piensas que ese obstáculo no lo pasaras? Pues con eso me tuve que enfrentar hace 9 días. En un día nublado que Dios nos dio,cuando un grupo de jóvenes teníamos una cita con una montaña. En esa montaña tuve un encuentro con muchas clases de caminos y obstáculos. Pero el mas relevante en este momento es esta roca. Una roca lo suficiente grande que solo Dios la pudo haber puesto allí,pero con los años y por los muchos caminantes se ha puesto lisa. Mas con la llovizna de ese día la roca estaba mucho mas resbaladiza.
Cuando llegue a ella, me entro pánico, todo en mi ser me dijo, ¡NO, DE ESTA NO PASO!Al llegar a ese momento de pánico, mis ojos se ciegan, todos mis muslos se ponen tensos, no escucho nada, no veo nada, solo la roca y yo. El obstáculo y yo. Yo quien estoy cansada, yo quien no sabia que tenia los muslos que estaba usando . . . tal vez los use por primera vez. Yo y la roca, la roca y yo. Era tan fácil decir ¡me doy! Pero no me vino ese pensamiento en mi mente,lo que dije era “y como le hago ahora”.
Y empecé mi batalla con el obstáculo, trate una vez, me deslice, trate otra vez, me deslice, trate de nuevo y sin victoria. Mientras luchaba, en mi ceguedad, en mi pánico, en mi obstinación no escuchaba nada, ni veía la mano de ayuda que me daban. ¡Es que de pasar el obstáculo lo iba a pasar . . . por que yo allí no me quedaba! Tenia una guerra en mi ser, todo mi ser estaba en plan de ataque que no podía ver claramente la ayuda que las personas me brindaban.
¡Y seguí! Seguí luchando con la roca cuando casi,casi, casi estaba allí arriba, pero, los zapatos de deslizaron, y sin saber que ocurría me fui para atrás, ¿fue un momento? ¿fue un segundo? Mmmm . . . a la verdad no se. . . solo se que hubieron unos brazos que me tomaron a tiempo y me sentaron en tierra. La tierra fue lo suficiente suave que parecía que estaba encima de un cojín, el espacio entre mi obstáculo y las demás rocas era lo suficiente ancho para no recibir ningún raspón, golpe o moretón. Se espantaron mas los observantes que yo quien no sabia lo que en verdad había ocurrido. Todos preguntaban si estaba bien. Mas en todo esto tenia mis ojos cerrados, tratando de calmar mi ser ya que parece que acaba de pasar por algo inesperado. Pasaron segundos, mis ojos cerrados, entre yo misma me preguntaba “¿qué fue eso? Mmm creo que rompí mi pantalón” . Y mientras a los demás decía “!estoy bien! ¡estoy bien! Y me levante y luche de nuevo con mi obstáculo, pero en esta vez decidí ver afuera, tome la mano ayuda y subí la roca. Perpleja, confusa, y un poco apenada. ¡Pero pase el obstáculo!
Después de lo que me ocurrió, otros que estaban después de mi decidieron buscar un camino mas seguro y menos riesgoso para pasar esa roca.
A la verdad pienso que tenia algo que aprender en esta lucha, era mi lección de aprendizaje. No es la primera vez que me agarran pánicos, no es la primera vez que mis sentidos se turban al punto de no ver ni escuchar. La circunstanciasen las cuales esto me a ocurrido ha sido diferente sin tanto peligro. Pero¿sabes lo que tenia que aprender?
“Hey Ivi, ¡mira! ¡No mires a la roca! ¡mira al cielo, recuerda que yo te sacare de esta! ¡Mira! ¡Aquí esta la ayuda que te mando para que salgas! ¡Ivi! ¡Ivi! ¡Ivi! ¡Escucha! ¡Aquí está lo que necesitas! ¡No mires a la roca! “
Si decido no escuchar, caeré: “¡te dije que usaras la ayuda que te mande, pero no escuchaste! Pero no te preocupes que Yo te estoy cuidando, ahora dime, ¿vas a usar la ayuda que te mando o vas aluchar hasta que te caigas de nuevo?”
Al decidir tomar la ayuda: “!que te dije, te dije que te daría la ayuda que necesitabas si es que decidías escuchar mi voz!”
Esta es mi lección, habrán momentos que enfrentare obstáculos lo suficiente grande que me hará entrar en un estado de pánico, pero en vez de enfocarme en mis propias fuerzas y en el obstáculo, si pongo mis ojo sen el señor cualquier obstáculo que sea, el Señor me dará las armas necesarias para superar el obstáculo y salir victoriosa Pero si decido no hacerlo el Señor estará pendiente en mi lucha pacientemente esperando que clame a El por ayuda,pero si no, la caída me hará despertar y me recordara que El esta allí y que me da las armas necesarias para la batalla. ¿Si o no fue una lección que vale la pena tener?
Amen!! ��
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